La mejor estrategia de registro de vocabulario
Por: Georgina Palencia
Esta semana comencé de nuevo los cursos que enseño en el College. Uno de los cursos es Intermedio, y en ese nivel, el primer día los estudiantes expresan siempre la misma inquietud: lo que más me cuesta es recordar el vocabulario. Aunque la verdad esto es una constante en todos los niveles luego de un tiempo de estar aprendiendo palabras.
Es cierto que hemos dado aquí en este blog @spanishperfecto diferentes estrategias de memorización de vocabulario, pero quiero aquí hacer énfasis en una.
Y es que esta semana me he dedicado a darles una nueva mirada a las estrategias de memorización de vocabulario de algunos de mis estudiantes, especialmente unos estudiantes nuevos, pero además también a las estrategias de registro, porque tal vez el problema no está sólo en como queremos recordarlas, sino en cómo las registramos. Así que les invito a cambiar la pregunta:
¿Cómo hago para memorizar las palabras? versus ¿Cómo hago para registrar las palabras?
Todos aseguran que sus estrategias les funcionan, y no lo dudo, pero estoy segura de que algunas de las estrategias que proponemos los profesores, al menos yo , funcionarían más. Repito, hemos compartido en el blog algunas, pero hoy quiero hacer énfasis en las listas por asociación o inclusión en categorías.
Antes de hablar de cómo hacer las listas y dar ejemplos, les comento tres estrategias que vi en mis alumnos nuevos y al menos una de las desventajas que veo.
Julián por ejemplo me habló de sus fichas (flashcards) y vi que las hace palabra por palabra. Sé que es una estrategia muy popular, e incluso yo tengo juegos de mesa así de fichas con palabras unitarias que son muy entretenidos. Pero se imaginan cuántas fichas deberían hacer para tener un registro completo, una a una, de las palabras de cada día de clase o incluso de sus estudios cada día. No sólo es realmente antiecológico, aunque ya hay fichas digitales de este tipo, es que cuando quieras recordar una palabra tendrás que buscar en un paquete sin guía para poder llegar a ella. Además, cuando decides estudiarlas, qué información de registro en la mente le estás dando al cerebro: ninguno.
Alysa, otra de mis bellas nuevas estudiantes, va tomando nota de vocabulario en su cuaderno de clase, allí entre otras notas de gramática o explicaciones que quiere tener. Pero porque ella es súper aplicada, fuera de clase sustraer el vocabulario que aprendió en cada clase y crea una lista. Las fechas de su clase son su guía. Me parece muy interesante porque en efecto pareciera que su mente es toda una línea de tiempo y ella recuerda casi con exactitud cuándo, en cuál clase, aprendió una palabra. Pero y qué pasa con las palabras que conoce fuera de la clase. O cómo es su proceso mental cuando desea hacer la búsqueda de recuerdo de una palabra, porque además están mezcladas todas, como en el caso del paquete de Julián pero en una lista, por ejemplo: aunque, zapatazo, hermanastro, encima, madrugada…
La tercera estudiante que quiero comentarles es Raquel. Ella hace algo interesante también, tiene dos registros de clase, aprendizaje y estudio. Uno es de vocabulario y uno de notas generales. Raquel tiene entonces una especie de diccionario o de glosario personal. Hay algo que me encanta de eso y es que ella va sintiendo mucho orgullo, y yo también claro, de que ese cuadernillo tenga más y más palabras porque le da una idea de que su vocabulario está creciendo. Y sí, está creciendo, pero que crezca el registro no quiere decir que sea el mismo número de palabras que está en el registro el que está en la memoria. Ni porque sea un registro personal. Hay que volver al registro una y otra vez y estudiar y, lo más importante, usarlo. El criterio de registro sigue siendo para mí una dificultad para el estudio y uso.
Un diccionario es letra muerta sin sus usuarios. Pero, por cierto, incluso en el diccionario el vocabulario tiene algún criterio de registro, el ortográfico es el más común. Así que por allí es que va mi énfasis y mi invitación hoy. Registremos el vocabulario por listas de asociaciones o categorías.
Les doy ejemplos:
10 adjetivos para describir una casa:
Incómoda.
Luminosa.
Costosa.
Estrecha.
Humilde.
Céntrica.
Acogedora.
Antigua.
Modesta.
Cálida.
10 maneras de decir no:
De ninguna manera.
En absoluto.
Ni por asomo.
Bajo ningún concepto.
No me da la gana.
De ningún modo
De eso nada.
Ni lo sueñes.
Ni hablar.
Ni de broma.
10 accidentes geográficos.
Acantilado.
Lago.
Playa.
Montaña.
Bosque.
Desierto.
Valle.
Volcán.
Catarata.
Glaciar.
Definitivamente, por asociación es una excelente forma de estudiar vocabulario. Ah, y es inagotable, incluso para nativos de la lengua. Fíjense que en el primer ejemplo, el criterio es la categoría de palabra: adjetivo, y el sujeto: casa; son 10, pero en más adelante se podría crear otra ficha con 10 más y con esos dos mismos criterios.
El número de la lista lo ponen ustedes: 5, 8, 10, no es necesario que sea el mismo. Pero sí que tengan algo en común.
Pon atención a esta conclusión. De cómo registres las palabras para estudiarlas, bien sea en papel o digital, dependerá la creación de tus registros en el cerebro para memorizarlas y recordarlas.
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